Oposiciones a puta

Media Navarra oposita a alguna plaza de funcionario. Todos los cuerpos, todas las categorías. El otro día escuché a una chica vociferando por teléfono que “tanto esfuerzo para acabar de puta funcionaria” y se me encendió una bombilla. ¿Qué pasaría si saliesen plazas de prostituta? Me imaginé a esa chica, de aspecto anodino, coincidiendo por casualidad con su interlocutora en la cola del cine, un miércoles por la tarde.

Mengana:

Tengo sentimientos de culpabilidad por venirme al cine, pero la verdad es que no piso la calle y necesito distraerme ¿Tú qué tal lo llevas, Fulana?

Fulana:

Bastante bien. Tengo esperanzas. Es el cuarto año que me presento. Siempre me suspenden en el práctico. Así que el teórico no me preocupa ya.

Mengana:

Quince polvos en veinte minutos es una exageración.

Fulana:

Sí, pero en casa hago dieciocho y medio. Lo que pasa es que a la hora de la verdad me entra sequedad vaginal por los nervios.

Mengana:

Yo este año me he apuntado en una academia. Y la verdad, sale caro pero al menos la teórica la llevo muy bien preparada, y los profes que imparten las prácticas son fenomenales. Ahora estamos con la doble penetración y cuando te la hacen ellos, parece la cosa más fácil del mundo.

Fulana:

Qué suerte. Yo para las prácticas tengo que apañármelas con mis vecinos ecuatorianos del quinto (cara de resignación). Siempre están o borrachos o demasiado cansados, y sólo conocen la postura del misionero.

Mengana:

Ah, pues mis profesores son nativos. Nativos de aquí, quiero decir (pausa para buscar la cartera en el bolso) Me he enterado de que Zutana ha suspendido el oral, así que ni siquiera podrá entrar en las listas de contratados.

Fulana:

Pues qué quieres que te diga: que lo hubiese preparado mejor. Yo saqué un 8,56, pero estuve a punto de dislocarme la mandíbula, porque el examinador tenía una polla que no me cabía en la boca.

Mengana:

Bah, Zutana es de esa gente que piensa que va a estar de puta contratada sólo porque se folla a todo el departamento de Función Pública, pero la suerte puede cambiar de la noche a la mañana.

Fulana:

Ya lo creo, y esta convocatoria coincide con el cambio de Gobierno. Yo lo que peor llevo son las nuevas tecnologías. El cibersexo y todo eso.

Mengana:

Pues fíjate, a mí lo que peor se me da es la venereología. Como nunca he pillado nada. Bueno, sí, una vez hongos en una teta.

Fulana:

Yo, si no apruebo esta vez creo que lo dejo. Mi novio –mira, por ahí viene- ha abandonado las de chapero y ha aprobado las de bombero, que son más fáciles. Como la forma física ya la tenía conseguida... Yo creo que buscaré algo en el mundo de la economía, porque estudié administración de empresas. Algo fácil pero mal pagado en un banco, o en una sociedad de inversiones. Trabajar de puta funcionaria te da otra seguridad, pero tampoco es un chollo: hay que valer, hay que demostrarlo, y luego eso no te asegura un buen destino, que lo mismo te puede tocar trabajar en la Upna que en la Meca.

Mengana:

Lo peor es que luego queden plazas vacantes.

Fulana:

Yo tampoco lo entiendo.

Mengana:

Es electoralismo de cara a la opinión pública: la administración convoca oposiciones, y a la vez mueve las listas de parados, pero nunca se crean nuevos puestos de trabajo. Bueno, bonita. Te dejo que he quedado con una amiga para repasar juntas el sáfico.

Fulana:

Ah, pues nada. Corre. Ya nos veremos en el examen. Ojalá nos toque juntas, porque a mí me da reparo lamerle el chocho a una desconocida

Mengana:

Oh, a mí no me importa tanto (lanzándole besos al aire y diciendo agur)

Fulana:

(Dirigiéndose al taquillero): Hola, dame dos entradas para "Shrek III", hacia el centro... Sí, esas están bien.