jueves, 20 de marzo de 2008

“El circo del doctor Lao”

Si me preguntaran ¿cuál es tu libro favorito? me pondrían en un aprieto, porque yo no sé mentir. Y el libro que más me gusta de cuantos he leído no es ni el “Ulyses” de James Joyce (del que no he podido pasar de las solapas) ni tan siquiera el “Quijote” de Cervantes (que me gusta mucho, y que encontré en casa y leí de motu proprio con doce años atraído por las ilustraciones de Gustave Doré). Mi libro (de ficción) favorito es “El circo del doctor Lao”, de James G. Finney. Lo siento, pero los testigos de Jehová, Chus Lampreave y yo somos así.

Se trata de una novelita publicada originalmente en los EE.UU. en la década de 1.930 que describe la llegada del circo ambulante del Dr. Lao a la ciudad de Abalone. El doctor, un chino misterioso, se ha hecho con la colección más sorprendente de criaturas fantásticas: el asno dorado de Apuleyo, una esfinge, una serpiente marina, un fauno, un perro verde, un unicornio… Ayudado por su único colaborador (nada menos que Apolonio de Tiana) presenta un espectáculo inolvidable a los ciudadanos, escépticos o crédulos, de una ciudad polvorienta arruinada por la crisis económica.

Me quito el sombrero ante la inventiva del señor Finney, su cultura enciclopédica y su sentido del humor.

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