viernes, 31 de agosto de 2007

Cría cuervos, que te sacarán el hombro

He leído “Así vuela el cuervo”, de Ann Marie McDonald. 1.014 páginas, seis kilos trescientos gramos. Editado por Lumen, testaferro español de Random House. Ah, cuánto bodrio americano se publica en este país. Y digo americano en sentido estricto: entre tonterías norteamericanas (en este caso, canadienses) posmodernas donde todo queda bien explicadito e imbecilidades sudamericanas (chilenas, por ejemplo) donde no se explica nada porque total, para algo se ha inventado el realismo mágico, cada vez aprecio mejor la tradición literaria europea.

Me impulsó a comprarlo una crítica hiperbólica aparecida en el suplemento “Babelia” de “El País”. Debería haber desconfiado: la firmaba una mujer. Y las mujeres no saben hacer crítica literaria. En cuanto un autor mete cuatro pinceladas de feminismo políticamente correcto y presta un detalle mínimo a la infancia, a los perritos y a las muñecas, las críticas literarias se derriten.

Una novela negra grandota”, pensé frotándome las manos: “ideal para entretenerme este agosto”. Bueno, por poco más de lo que me costó podría haber pasado cinco días en Torremolinos a pensión completa y no habría regresado con una lesión de hombro producida por su lectura incomodísima. Cuando digo que pesa 6,300 kgs apenas exagero. Y además, con tapas duras. Hoy mismo lo he tirado a la basura, porque temía que venciera las baldas de mi librería. Y de novela negra nada: rosa, y de ese rosa infantil con el que se decoran las habitaciones de las niñas pequeñas.

La trama es banal. Los personajes, estereotipados. El enfoque, erróneo. La estructura, pobre. El desarrollo, torpe. Me da la impresión de que la señorita McDonald lo “redactó” empleando un dictáfono mientras conducía por las interminables carreteras canadienses, o mientras pedaleaba en la bicicleta estática de su gimnasio. Pero lo peor: desaprovecha una buena idea. Y se queda tan ancha, como si contara con que Atom Egoyan la adapte, mejore y desarrolle en la pantalla algún día de estos.

.

jueves, 30 de agosto de 2007

Hay que acabar con los horóscopos:

¿Por qué la prensa más o menos seria publica horóscopos? ¿Quién los redacta? Algún genio de la imprecisión y de las generalidades. Si me los encargaran a mí sería mucho más imaginativo que el becario medio de la prensa española, y me juego cualquier cosa a que daría más veces en el clavo.

Aries. Si usted ha nacido en martes, hoy será atropellado por una vespino. Si ha nacido en cualquier otro día de la semana sepa que sus niveles de estrógenos o de testosterona hacen de usted una bomba demográfica ambulante. Número de la suerte, el 13. Color, azul. Cielo, despejado. Humedad relativa, 85%

Cáncer. Declárese a ese amor platónico por el que suspira desde la adolescencia. Puede que la otra persona sea tan zoquete como usted. A los nacidos en día par no les conviene apostar en el canódromo. Número de la suerte, el 22.358. Color, negro zaíno. Cielo, molto nuvoloso moderato cantabile.

Libra. Si ha nacido entre el dos de marzo y el cuatro de agosto, pesa usted 76 kilos y su nombre empieza por la letra J, hoy morirá. Número de la suerte, el 6. Color, isabelle. Olor, a mierda.

Capricornio. Su jefe le odia. Hoy no vaya a trabajar. Número de la suerte: el 33 1/3. Color: otoñal. Sabor: a ti. Estado de la mar: salada.

Tauro. Si usted se llama Fernando y se apellida Ajurianea y von Ribbentrop y existe, póngase en contacto con la redacción de este periódico (se trata de una apuesta). Número de la suerte: el 28 bisiesto. Color: bermellón con regusto de taninos en barrica de roble americano. Estado de la mar, llana. Humedad relativa, 89%

Leo. Si usted pertenece a una familia de supernumerarios del Opus Dei, sepa que su hijo –o hermano- el segundo es la reencarnación de un lama tibetano. Si usted pertenece a una familia normal, hoy no coma empanadillas. Número de la suerte, el número pi. Color, abigarrado. Altura al nivel del mar (en Alicante), 435 metros.

Escorpio. Sus padres nunca le han querido, y además usted es adoptado. Si ha nacido un viernes y su comadrona se llamaba Juana, hoy se quedará atrapado en un teleférico con Isabel Pantoja. Número de la suerte, el número ene. Olor, a limones salvajes del Caribe. Humedad relativa, 99%. Complexión corporal, atlética.

Acuario. Follar quema la celulitis y elimina las líneas de expresión facial. Folle. Chubascos en el tercio norte. Vientos racheados de fuerza 6 a 8. Color: carne (naranja, rosa y blanco).

Géminis. Hoy le sisarán en la gasolinera. Si ha nacido usted en Játiva e hizo la mili en Albacete , ha de saber que su esposa es un transexual pesimamente hormonado. Número de la suerte: el cuadrado de tres. Cita para el dentista, el martes a las doce y media.

Virgo. Convénzase: la papiroflexia nunca será una buena inversión económica. Péguele un manguerazo a la colada de su vecino de arriba, así aprenderá a no mojarle más las sábanas tendidas y casi secas. Color, rubio ceniza. Estado de la mar, ondulada. Pilosidad, abundante.

Sagitario. Usted siempre soñó con ser artista y vivir de su talento: si es mujer aún está a tiempo de hacerse puta y si es hombre lo está de vender ese riñón que le sobra. Color, hígado. Carga el paquete, a la derecha. Talla de sujetador, grande. Ingles, a la brasileña. Estado de la mar, revuelta.

Piscis. Leer un libro al año no hace daño, pero procure que cada año sea un libro distinto. Si usted se plantea tener hijos, recuerde que un hamster sale más barato. Color, iridiscente. Olor, a chocho africano. Humedad relativa, 89%. Altitud de vuelo, siete mil pies. Vello facial, escaso.

martes, 28 de agosto de 2007

Bares, qué lugares.

Me piden que describa mi bar favorito.

Se llama “Dodo Club”.

Es un nombre absurdo. Posmoderno. Es un nombre abocado a la extinción y a la taxidermia. Además, es puteril. Algunos clientes potenciales entran pensando que se trata de una barra americana y les tiran los tejos a las camareras ucranianas, que los miran como si tuvieran la culpa de los cuarenta años de comunismo de su país.

Por fuera es un bar de copas tan sofisticado que necesitas haberte tomado un par de lingotazos para reunir valor antes de cruzar su umbral por vez primera. Hace que te sientas, ya desde lejos, totalmente fuera de lugar. Pero a mí me van los retos. Además, el pánico me hace seguir adelante. No soy valiente, es que el mundo me hizo así.

El Dodo Club ofrece una curiosa mezcla de sofisticación y rusticidad. Lámparas de cristal de Murano y alfombrillas de esparto de Sesma. Te sirven el Vega Sicilia en un zueco. Tiene la mejor música de una ciudad donde la música no es más que una excusa para no tener que hablar con tus compañeros de copas. A veces, en directo (electrónica, dudo que cupiese una batería sobre el escenario).

Pero lo mejor es su café. Por un precio delictivo, te sirven un café que volvería locas a las señoras bien que atestan las cafeterías cercanas, si tuvieran valor para entrar. Claro que para amortizarlo conviene llevarse una novela bajo el brazo y pasar un par de horas (mejor tres) debajo de alguno de los focos que iluminan (es un decir) las mesas. Estas mesas me gustan mucho: de madera de algun árbol tropical seguramente extinguido, enormes, pesadísimas. Los asientos son bancos corridos, de la misma naturaleza muerta, que también pesan un huevo y que permiten rozar lateralmente a tu compañero de mantel. Porque ahí se come. Poco, pero se come.

Hay un comedor interior, más (iba a decir íntimo, pero no) discreto, con mesitas de a dos. El Dodo Club es ideal para quien desee mantener la silueta, pero desolador para quien entienda por gastronomía un cadáver de cerdo en un lecho de alubias. El comedor interior no tiene intimidad alguna: demasiadas mesas y demasiado juntas unas de otras; además no disponen de espacio suficiente para la cantidad de platotes, cubiertazos y copones que requiere degustar una codorniz viuda al vapor.

No puedes decir nada personal así que la gente habla poco (ideal para matrimonios) y se entretiene moviendo los cacharros de sitio como jugando al ajedrez, en un desesperado intento por ganar unos milímetros de espacio donde apoyar los antebrazos, mirando alrededor (seguro que algunas personas se han dado cita visual en el baño, a los postres) o, y esto es lo mejor, observando el trabajo de los cocineros. Porque la pared que separa el comedor de la cocina es traslúcida, es una mampara de vidrio. Fenomenal si no tienes conversación o si eres un neurótico.

El Dodo Club ha decaído un poco. No hay suficientes snobs en una ciudad tan pequeña para sacar adelante un negocio de precios escandalosos donde aún puedes dar gracias de que no te abofeteen cuando pides una caña por caridad. El Dodo Club ha prescindido de las camareras búlgaras y rusas de ojos fríos y corazón helado que te servían como si te hicieran el favor porque les dieras penas, y ha contratado a camareras caribeñas y del altiplano andino que no te sirven porque están enfrascadas escribiendo epístolas con los dedos índices en un teclado oculto bajo el mostrador.

lunes, 27 de agosto de 2007

ცამეტი

Es una película francesa de Gela Babluani, rodada en blanco y negro y hablada en francés y en georgiano (lengua que parece que no tenga vocales). Me ha convertido en un misántropo sin vuelta atrás. Transcurridos unos días, tengo la suficiente objetividad como para afirmarme en mi primera impresión: es la película más dura que haya visto en mi vida. Si llego a saberlo ni me la planteo. Yo creo que lo ideal es verla sin saber muy bien de qué va, sin haber leído una sinopsis ni visto el trailer. La publicidad cinematográfica hace un flaco favor a la difusión de ciertas películas. Lo mejor es verla a solas y desprevenido, sin novias femeninas ni amigotes machotes. A cuerpo gentil. Porque "Tzameti" es ante todo una película de terror. De terror verosímil y posible, incluso probable. Sin zombis. Sin sangre. Sin adolescentes. Sin estupidez


Hay que acabar con:

La adjudicación de jefaturas de libre designación en la administración foral. Eso supone que los cargos políticos bajen en el escalafón mucho más de lo que sería deseable para el administrado. Con un cambio de gobierno deberían cambiar los consejeros y los directores generales, pero no el jefe del Negociado de Bedeles del departamento de Obras Públicas y Destrozos Paisajísticos, equipable en el mundo real al becario de un botones de una empresa cualquiera. Porque el clientelismo es como de república bananera y porque el frufrú de las bajadas de pantalones en los últimos días ha provocado más de una trastorno auditivo (esperemos que pasajero)

La liga de futbol. Que un sistema de control de masas tan burdo sea tan popular dice poco a favor del carácter de la mayor parte de la gente. Pagar las millonadas que se pagan a unos analfabetos por darle patadas a un balón en un juego aburridísimo y encima concederles importancia es algo que deja a la altura del barro a la mayor parte del género humano.

Hay que apoyar a:

La gente que habla claro. Verbigracia, a quienes distinguien entre “estar normal” y “estar bien”. Los posmodernos nos quieren hacer creer que estar normal es estar gordo. Y eso es estar mal. De 22 años en adelante, el 80% de la gente está gorda. Se comprueba perfectamente en cualquier playa o en cualquier piscina. El porcentaje alcanza el 99% en regiones como La Rioja (alucinante la cantidad de gordos y muy gordos que pueblan las calles de Logroño). La tiranía de la corrección política ha impuesto un apartheid a los delgados. Cualquier persona que se mantenga esbelta a partir de cierta edad es etiquetada como “anoréxica” o “drogadicta” y si algunos gordos no lo estuvieran tanto como para no fatigarse subiendo y bajando los bordillos, se cruzarían de acera.

sábado, 25 de agosto de 2007

Toda la verdad

Odio la costumbre del Diario de Navarra de precisar en sus noticias el estado civil y el número de hijos de las personas sobre quienes informa. “Su Santidad, Benedicto XVI, soltero, sin hijos, ha recibido en audiencia papal al embajador de Ruritania, casado, seis hijos …”. Ahora, con las reseñas de los integrantes del nuevo equipo de gobierno, el asunto cobra mayor falsedad. Si tiene que informar de esas chorradas que no interesan a nadie, al menos que informe verazmente.

1. Consejero de Protección del Medio Ambiente, e Industria, Agricultura y Ganadería. Robustiano Mazingueriain Bularsutegui. Doctor en Física Nuclear. Casado con Sayaka Yumi Kabuto, catedrática de Robótica de la UPNA. Dos hijos. Pero uno es adoptado y el otro en realidad es hijo de un hermano (aún no sabemos cuál), que tuvo un desliz con su esposa durante una visita al Japón, mientras subían al monte Fuji.

2. Consejero de Relaciones con la Fe Verdadera y Otras Religiones. Sabino Quelos Arroyo. Licenciado en Antropología Creacionista. Doctor en Teología. Casado con Fertilidad Soubirous de Brabante. Seis hijos. Sólo se acuesta con su mujer cuando desea traer un niño al mundo, lo que ha sucedido en media docena de ocasiones. Una vez le tocó el culo a un travesti filipino.

3. Consejero de Manipulación de las Comunicaciones. Demóstenes Brutiain Dolgojazik. Licenciado en Periodismo por la Universidad de la Lubianka. Doctor en Sociología por el Instituto Blavatsky de San Petersburgo. Casado con Guadalupe López-Lupo, mundóloga. Cinco hijos. Uno es del vecino del segundo izquierda. Otro es de un guardaespaldas con labia que tuvo cuando fue nombrado Director General de Teletipos. Todos los veranos acogen a unos gemelos bielorrusos afectados por la catástrofe de Chernobyl a los que quieren mucho más que a sus hijos propios. El Consejero Brutiain mantiene relaciones bucovaginales con la niñera que contratan durante julio y agosto.

4. Consejero de Familia. Oliver Goñi Expósito. Licenciado en Derecho. Casado con Tontolina Montserrat Pi Aguirregomezcorta. Dos hijos. Es homosexual y sólo se acuesta con su esposa una vez al mes. Ella está muy feliz de haberse casado con un hombre que casi no le molesta por las noches, bueno con los niños y con las plantas. El nuevo consejero se acuesta con sus guardaespaldas, con sus secretarios, con sus amigos de la Facultad y del Servicio Militar, con sus compañeros del equipo de rugby y con los amigotes de la partida de mus, con sus becarios, con sus alumnos de la Universidad, con los socios de su piscina, con el camarero del bar en el que toma café por las mañanas, y hace frecuentes escapadas nocturnas a los jardines de la Taconera. También recurre a los servicios de chaperos cuando su esposa se marcha al pueblo los fines de semana, y frecuenta las saunas y los bares de ambiente en sus viajes a otras ciudades por motivos profesionales.

5. Consejero del Sucesivos Planes Educativos. Armenio Vardiain Mamiconiain. Doctor en Psicología por la Universidad a Distancia de Erevan. Catedrático de Pedagogía Desconstructiva Postsoviética Posmoderna. Casado con Clara-Johana Rottenmeier, institutriz. Un matrimonio concertado. Tres hijos, los pequeños son gemelos fecundados in vitro. Su mujer no practica el sexo. El nuevo Consejero pertenece a un club de intercambio de parejas al que acude con una prostituta que finje ser su esposa.

6. Consejero de Cultura y Folcklore. Quincuagésimo de Pollaloca y Justimbres. Licenciado en Escenografía y Estenotipia. Catedrático de Pirotecnia Fallera. Casado con la conocida artista de revista Dolores Montevenus. Dos hijos. Seis nietos. Se masturba viendo partidos de futbol de la Bundesliga. Una vez un rival del trofeo Boscos le hizo una paja en los vestuarios.

7. Consejera de Hacienda y Globalización. Vulgarcita Rodezno Gorraiz Doctora en Librecambismo. Licenciada en Despidología. Casada por el rito balinés con John R. Rockefeller-Rothschild III Mantiene una relación paralela con Stalin Huáscar Chichicastenango, el jardinero boliviano. No tiene hijos. Es estéril como un pedrusco.

8. Consejero de Vascuence. Rafael Heredia Jiménez. Académico de Lengua Caló. Licenciado en Hurto de Gallinas. Doctor en Mendicidad Esquinera por la Universidad Romaní de Bucarest. Vive en pareja con Sabina dos Anjos Arana. Doce hijos, repartidos por varios orfelinatos. Nunca ha sido infiel a su mujer. Utiliza los preservativos para cubrir los botes de conservas empezadas que deja dentro del frigorífico. Su esposa utiliza la píldora para abonar los geranios. Ambos creen que una mujer, durante el periodo, no puede quedarse embarazada. Gastan al mes una media de quince juegos de sábanas de usar y tirar.

9. Consejera de Sanidad y Parafarmacia. Doménica Teotocópula Gardacho. Licenciada en Económicas. Secretaria de dirección. Soltera. Varios idiomas: inglés, francés, griego. Se atiende a domicilio. Descuentos a grupos.

martes, 21 de agosto de 2007

Quinto Centenario

Llevo tiempo preguntándome qué estará preparando el gobierno para conmemorar la invasión castellana de 1.512 y el final de la independencia del reino. ¿Habrá alguna comisión trabajando en el asunto? Seguro que no. Me juego cualquier cosa a que la nebulosa abertzale lleva años estrujándose la cabeza para reivindicar algo en lo que sus antepasados no fueron víctimas sino ejecutores. A que en Barad-Dûr (quiero decir, en Sabin-Etxêa) existe ya una partida presupuestaria sobradísima para pagar banderines, pancartas, txistularis, bertsolaris y cuadros vivientes. Y páginas web. Hagan lo que hagan será espectacular y de repercusión planetaria. Reescribirán la historia y cosecharán votos.

El gobierno de Navarra (da igual que sea regionalista o socialista) improvisará una alubiada popular y una misa a todo correr en Javier –ni siquiera en Amaiur o en Noain- ellos de frac y ellas de roncalesa rodeados de maceros con las pelucas puestas sin haberse mirado al espejo. Y Jaime Ignacio del Burgo se pondrá a dar saltitos porque incluso esa mierda le parecerá demasiado para un patriota español como él.

¿Navarra se avergüenza de su pasado?

Siempre me he preguntado por qué la reina Catalina no tiene una triste calle en Pamplona y sin embargo su consorte, Juan de Labrit, sí. Por qué Carlos III, que fue un monarca aburrido amante de las flores y de la filatelia, tiene una avenida enorme y su padre Carlos II, conspirador y batallador, interesante a más no poder, no tiene ni siquiera un callejón sin salida.

El caballero de la foto es Enrique III de Navarra (IV de Francia). El monumento se encuentra en París. En Pamplona la única estatua de un rey propio (la de Iñigo Arista es una broma de mal gusto y me niego a considerarla), colocada muy recientemente, pertenece Carlos III donde aparece como un muchacho oligofrénico interno en un orfelinato y vestido para la función de fin de curso, sobre una majestuosa pilastra de 1,20 mts. de altura en genuino silestone.

lunes, 20 de agosto de 2007

Los chinitos de la China, cuando no saben que hacer…

No comprendo por qué la gente paga fortunas por artículos de lujo occidental manufacturados en China. Los bolsos Louis Vuitton, por ejemplo, que me parecen el colmo del mal gusto estético y que cuestan el equivalente de dos (incluso tres) riñones en la sala de operaciones de un matasanos sin escrúpulos del tercer mundo, no suelen estar confeccionados por irreprochables artesanos de pintorescas aldeas del centro de Francia, cada uno especializado en una tarea delicadísima que requiere horas interminables de trabajo a precio de relojero suizo, sino que están hechos a batalla en alguna fábrica hipercontaminante de los alrededores de Cantón, por gente que trabaja catorce horas seguidas siete días a la semana trescientos sesenta y cinco días al año a cambio de un puñado de yuanes.

Ese bolso horroroso que algunas lucen del brazo como algunos lucen, en cuanto tienen ocasión, el salario que ganan como analistas financieros o cerrajeros de urgencias, tiene un coste de quince euros con cincuenta. Y el resto va directo a las arcas de los propietarios de la licencia de explotación.

Pues que los pirateen directamente y que los vendan por dieciseis. Louis Vuitton y Adidas pueden desaparecer del mapa.

El pirateo de los discos Louise Ciccone o de los libros de Stephen King puede resultar simpático. Te ahorras un dinero y no haces mal a nadie, porque sus autores ya cobran bastante (además, tienen talento, y los que no lo tenemos de alguna manera habremos de equilibrar esta desigualdad). Pero eso es anecdótico. Hay otro pirateo mucho más grave que nos afecta a todos y del que apenas somos conscientes: el pirateo de las válvulas cardíacas, de la insulina, del líquido limpiador de lentillas, de los antihistamínicos, de los carburadores de los autobuses, de los rieles de los ascensores, de las células fotoeléctricas, de los sistemas de presurización de los aviones, o de los condones. ¿Alguien se atreve a calzarse un condón chino aunque sea bajo licencia? Pues ahora cálzate un condón pirateado.

Una cultura que espolvorea toda su comida con glutamato monosódico sólo puede crear monstruos. Tal vez nuestras autoridades reaccionen cuando el hijo de un presidente de gobierno se atragante y muera con un chupete de fabricación china o la esposa de un comisario europeo se desnuque en la carretera por el mal funcionamiento de unas pastillas de freno de fabricación china.

Vale, eso es hablar de productor pirateados. Pero es que los productos genuinos son igual de malos, y a las hemerotecas me remito.

Me pregunto qué puede aportarnos China a parte de manufacturas de ínfima calidad y de una farmacopea delirante que va a extinguir a toda la vida salvaje del planeta.


Hay que apoyar a:

La política china del hijo único (deberíamos imitarla)


Hay que acabar con:

Las pretensiones chinas sobre el Tibet y sobre Taiwan. Tibet es otro país. Taiwan es la China legítima. ¿Qué consideración internacional tendría un gobierno de la II república española que se hubiese hecho fuerte en Mallorca y se mantuviera independiente desde el final de la guerra civil?

lunes, 13 de agosto de 2007

Menos mal que Navarra funciona sola.

Finalmente, UPN ha podido formar gobierno contando con la abstención del PSOE y con la aprobación de Convergencia. Digo PSOE y no PSN porque es la ejecutiva central del partido y no sus representantes navarros quien ha tenido la última palabra... ¡Castilla y Cierra España!.

Hasta el último momento pensé que parte de los parlamentarios socialistas en (y no de) Navarra votaría en contra de la candidatura de Miguel Sanz, pero ninguno tuvo arrestos. Bah. Supongo que será demasiado suponer que el partido Socialista en Navarra corte lazos con Madrid, así que habrá que suponer (y también será suponer demasiado, me temo) que los militantes descontentos se darán de baja y fundarán su propio partido de izquierdas, así como UPN es un partido de derechas, autocéfalo.

¿Cuatro legislaturas con Miguel Sanz? Pero, ¿es que los conservadores no tienen un candidato más telegénico? Nunca comprenderé por qué la gente no vota en masa a Juan Cruz Alli. Este no habría dicho nunca las barbaridades de aquel, ni habría flirteado con la derechona vallisoletana, ni habría aprobado una ley del Vascuence que es dar argumentos al enemigo…

Habida cuenta de lo difícil que ha sido el proceso electoral imagino pocas sorpresas en el futuro inmediato. El gobierno se limitará a ejercer funciones administrativas, aunque ya ha anunciado que para las consejerías piensa nombrar a políticos y no a gestores. Menos mal que Navarra funciona sola. Es de esperar que Yolanda Barcina continúe su labor de zapa bajo los pies de Miguel Sanz y que en las próximas elecciones sea candidata a la jefatura del gobierno.

Lo único interesante que nos va a tocar vivir de aquí en cuatro años será la implosión del PSOE en Navarra (aunque, bueno, no lo tengo tan claro) y el desmoronamiento de Nafarroa Bai (esto sí, porque es una coalición demasiado antinatura y tarde o temprano Maiorga Ramírez y Patxi Zabaleta dejarán de rezar juntos el rosario)

viernes, 10 de agosto de 2007

Romper una lanza

Siempre me ha gustado esta expresión. Me pregunto si tendrá equivalencia en otros idiomas. Bueno, pues quiero romper una lanza en favor de los homosexuales que no se ajustan a los dos estereotipos -Corsario y Codorniz- (ver abajo) impuestos por la corrección política contemporánea. En favor de los homos que tienen suficiente personalidad para vivir (o malvivir) su vida con discreción, abierta o secretamente, comportándose como cualquier heterosexual del montón en todo salvo en esos escasos minutos diarios (y no cada día) que reservamos al sexo.


Corsario: los que parece que coman pulpo crudo y beban agua del mar, que le meten miedo a un nazi y le hacen dudar de su masculinidad al hetero más viril que se crucen por la calle

Codorniz: esos tipos que creen que un homosexual tiene que sentirse mujer, y van soltando plumas como si les hubieran pegado una perdigonada en el culo.

martes, 7 de agosto de 2007

"The Dreaming"

Ayer estuve escuchando “The Dreaming”, de Kate Bush. Lo reservo para contadas ocasiones, porque me apabulla, me deprime y me enferma de envidia. Cada vez que pienso lo joven que era esta artista (es una palabra que ya ha perdido todo su significado, pero aquí la utilizo en sentido estricto) cuando compuso y produjo el cuarto álbum de su ejemplar carrera musical, me entran ganas de prepararme un combinado de lejía y matarratas. Para todos los que hemos sufrido el Síndrome Rimbaud (la genialidad precoz, y el abandono prematuro de la obra) "The Dreaming" es el perfecto recordatorio sonoro de nuestra impotencia. Argh.

¡Y la próxima semana, hablaremos del Gobierno!