lunes, 16 de julio de 2007

Nada más que la verdad

Los sanfermines han terminado. La ciudad vuelve a su calma habitual. Con suerte lloverá pronto, y podremos evitar los rincones donde ahora mismo se incuba la peste negra. Una única novedad frente a las fiestas de otros años: alguien ha tenido el valor de expresar publicamente su opinión “contraria” –contraria al borreguismo imperante, no contraria a los sanfermines-: Mikel Urmeneta, ese saqueador de la obra de Keith Haring, en las páginas de El País. “Los sanfermines son unas fiestas cutres” ha dicho y ha recalcado: “cutres”. Nunca pensé que viviría para leerlo.

Hay que acabar con

☼ Productos chinos de mala calidad. Compres lo que compres en un bazar chino, es de mala calidad. Y no suele ser tan barato como pueda parecer. Así que es doblemente caro, porque enseguida descubres que no sirve para lo que querías y sólo te has ahorrado unos céntimos. Descubres que ese rollo de cinta adhesiva no adhiere (además, sólo tiene siete metros), que ese plumero no quita el polvo sino que te carga de electricidad estática, que ese dentífrico no te protege los dientes sino que te hace escupir la lengua a trozos… Una civilización que ha inventado la tortura china, la comida china y los cuentos chinos no puede ser de fiar. Pero la gente tonta es numerosa como las arenas del desierto.

☼ La leyenda blanca anglosajona. ¿Por qué los guiris tienen tan buena prensa? No son necesariamente más altos ni más guapos ni más rubios ni están mejor educados ni son más inteligentes ni saben beber mejor ni golpean menos a sus esposas ni mean más lejos ni eyaculan más fuerte… y cuando toman el sol parecen gambas hervidas.

☼ Las hienas en manada. Ese especimen de ser humano que en solitario parece un huerfanito tuberculoso pero que se transforma en un psicópata cuando le acompañan otras personas cortadas por su mismo patrón.


Hay que apoyar a:

☼ La gente realmente bien educada, y en momentos no necesarios. La gente que te pide perdón aunque hayas estado a punto de atropellarla (con el semáforo a tu favor), por ejemplo.

☼ El comercio tradicional y la vida de barrio, aunque sea barrio bajo. Espero ansioso un real decreto que prohiba los centros comerciales en las afueras.

☼ La leyenda negra francesa. ¿Por qué la gente odia a los franceses? Un bearnés está mucho más cerca de un navarro –culturalmente, genéticamente, incluso idiomáticamente- que un gaditano (pongamos). De acuerdo, los normandos y los alsacianos son raros pero, ¿los ciudadanos de Pau o de Dax…?

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