lunes, 13 de agosto de 2007

Menos mal que Navarra funciona sola.

Finalmente, UPN ha podido formar gobierno contando con la abstención del PSOE y con la aprobación de Convergencia. Digo PSOE y no PSN porque es la ejecutiva central del partido y no sus representantes navarros quien ha tenido la última palabra... ¡Castilla y Cierra España!.

Hasta el último momento pensé que parte de los parlamentarios socialistas en (y no de) Navarra votaría en contra de la candidatura de Miguel Sanz, pero ninguno tuvo arrestos. Bah. Supongo que será demasiado suponer que el partido Socialista en Navarra corte lazos con Madrid, así que habrá que suponer (y también será suponer demasiado, me temo) que los militantes descontentos se darán de baja y fundarán su propio partido de izquierdas, así como UPN es un partido de derechas, autocéfalo.

¿Cuatro legislaturas con Miguel Sanz? Pero, ¿es que los conservadores no tienen un candidato más telegénico? Nunca comprenderé por qué la gente no vota en masa a Juan Cruz Alli. Este no habría dicho nunca las barbaridades de aquel, ni habría flirteado con la derechona vallisoletana, ni habría aprobado una ley del Vascuence que es dar argumentos al enemigo…

Habida cuenta de lo difícil que ha sido el proceso electoral imagino pocas sorpresas en el futuro inmediato. El gobierno se limitará a ejercer funciones administrativas, aunque ya ha anunciado que para las consejerías piensa nombrar a políticos y no a gestores. Menos mal que Navarra funciona sola. Es de esperar que Yolanda Barcina continúe su labor de zapa bajo los pies de Miguel Sanz y que en las próximas elecciones sea candidata a la jefatura del gobierno.

Lo único interesante que nos va a tocar vivir de aquí en cuatro años será la implosión del PSOE en Navarra (aunque, bueno, no lo tengo tan claro) y el desmoronamiento de Nafarroa Bai (esto sí, porque es una coalición demasiado antinatura y tarde o temprano Maiorga Ramírez y Patxi Zabaleta dejarán de rezar juntos el rosario)

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