Siempre me ha gustado esta expresión. Me pregunto si tendrá equivalencia en otros idiomas. Bueno, pues quiero romper una lanza en favor de los homosexuales que no se ajustan a los dos estereotipos -Corsario y Codorniz- (ver abajo) impuestos por la corrección política contemporánea. En favor de los homos que tienen suficiente personalidad para vivir (o malvivir) su vida con discreción, abierta o secretamente, comportándose como cualquier heterosexual del montón en todo salvo en esos escasos minutos diarios (y no cada día) que reservamos al sexo.
Corsario: los que parece que coman pulpo crudo y beban agua del mar, que le meten miedo a un nazi y le hacen dudar de su masculinidad al hetero más viril que se crucen por la calle
Codorniz: esos tipos que creen que un homosexual tiene que sentirse mujer, y van soltando plumas como si les hubieran pegado una perdigonada en el culo.
Corsario: los que parece que coman pulpo crudo y beban agua del mar, que le meten miedo a un nazi y le hacen dudar de su masculinidad al hetero más viril que se crucen por la calle
Codorniz: esos tipos que creen que un homosexual tiene que sentirse mujer, y van soltando plumas como si les hubieran pegado una perdigonada en el culo.
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