Más conocida como “la gorda de los Heno de Pravia”. (María Begoña Zurriola Zorrocloco, Irun 1.950) ha muerto víctima de la dieta de la alcaparra del Dr. Moreau. Begoña era la quinta hija de un arrantzale y de una pescatera aficionados a la revista radical vasca (llegaron a actuar, ella como segunda vedette y él como garçon, en “Desde Santurtzi a Bilbo”, del maestro Usandizaga). El matrimonio tuvo once hijas, de las cuales sólo Begoña y su hermana menor, Goretti, demostraron aptitudes para el espectáculo. Begoña siempre será recordada por su cálida voz de soprano. Goretti será más bien recordada por la longitud de sus trenzas y por el dobladillo descosido que lució en el Festival de la OTI de 1.978
Begoña empezó a cantar en el coro de la parroquia, donde conoció a los gemelos Betigoiti, que ejercían de monaguillos y tocaban la trikitrixa en entierros y funerales, y formó con ellos el trío Los Zazpi (originalmente la formación era de siete miembros, pero después del primer ensayo hubo una pelea)
Agotadas las posibilidades de aquel proyecto, Begoña se sumó a la nueva aventura de los Betigoiti, el grupo Heno de Pravia, en el que participaban también su hermana Goretti –coros-, el Fary -guitarra wah wah- y Xabier Arzallus –órgano Hammond-. Tras una gira como teloneros del Orfeón Donostiarra, Begoña dio un golpe interno y forzó la expulsión de todos elementos extraños, quedando el grupo reducido a un núcleo familiar: los hermanos Betigoiti, las Zurriola y Florentino Carcamales -acordeón-, primo de los primeros y cuñado de las segundas.
Los Heno de Pravia (HdeP) tuvieron mucho éxito con su chocante mezcla de polifonías tradicionales y experimentación acústica (sobretodo al enchufar los amplificadores). Fueron los reyes indiscutibles del circuito de las sidrerías (suyo es el clásico “Estoy bebiendo algo inquietante”) y lo fueron también del de las wiskerías, donde su estilo sufrió alguna transformación.
Waldo de los Ríos se encargó de la producción, y su elegante toque jazzístico les permitió tocar en escenarios de todo el mundo, desde la sala Olympia de París al Mesón de la Cucaracha de Tijuana. Sus distinguidas armonías vocales y las letras románticas, expresadas en varias lenguas eran del gusto de los públicos más diversos. Begoña cantaba hasta en doce idiomas, incluido el vascuence, sin tener la menor idea, con una perfección asombro de filólogos, pero durante las entrevistas fingía afonías repentinas y absolutas para no delatar su impostura. Goretti, por su parte, aprendió sánscrito por el Método Assimil, pero los hermanos Betigoiti nunca le permitieron poner letra a ninguna de sus canciones.
Aunque lo negaran hasta la histeria, HdeP eran considerados artistas oficiales del régimen (Begoña seguiría siéndolo, en sentido figurado, durante toda su vida). Cantaron en la puesta de largo de Pocholo Martínez Bordiú. Participaron en la montería en la que el marqués de Villaverde le soltó una perdigonada accidental a Juan Domingo Perón... Incluso buscaron con Manuel Fraga la bomba de Palomares, causando tremendo impacto mediático. Eran también frecuentes sus actuaciones a puerta privada para la Hermandad Hispano Prusiana de Torremolinos y no faltaban a ninguna fiesta de cumpleaños de Imelda Marcos.
La primera crisis insalvable de HdeP se produjo cuando contrataron los servicios de Teófilo Escuona, cocinero y músico de refuerzo. Las hermanas Zurriola se sintieron inmediatamente cautivadas por él
Begoña siempre tuvo problemas de peso. No podía soportar que su hermana aprovechara las giras para degustar la gastronomía local sin engordar un gramo mientras ella permanecía en la habitación del hotel comiendo corn flakes de celulosa.
Begoña empezó a cantar en el coro de la parroquia, donde conoció a los gemelos Betigoiti, que ejercían de monaguillos y tocaban la trikitrixa en entierros y funerales, y formó con ellos el trío Los Zazpi (originalmente la formación era de siete miembros, pero después del primer ensayo hubo una pelea)
Agotadas las posibilidades de aquel proyecto, Begoña se sumó a la nueva aventura de los Betigoiti, el grupo Heno de Pravia, en el que participaban también su hermana Goretti –coros-, el Fary -guitarra wah wah- y Xabier Arzallus –órgano Hammond-. Tras una gira como teloneros del Orfeón Donostiarra, Begoña dio un golpe interno y forzó la expulsión de todos elementos extraños, quedando el grupo reducido a un núcleo familiar: los hermanos Betigoiti, las Zurriola y Florentino Carcamales -acordeón-, primo de los primeros y cuñado de las segundas.
Los Heno de Pravia (HdeP) tuvieron mucho éxito con su chocante mezcla de polifonías tradicionales y experimentación acústica (sobretodo al enchufar los amplificadores). Fueron los reyes indiscutibles del circuito de las sidrerías (suyo es el clásico “Estoy bebiendo algo inquietante”) y lo fueron también del de las wiskerías, donde su estilo sufrió alguna transformación.
Waldo de los Ríos se encargó de la producción, y su elegante toque jazzístico les permitió tocar en escenarios de todo el mundo, desde la sala Olympia de París al Mesón de la Cucaracha de Tijuana. Sus distinguidas armonías vocales y las letras románticas, expresadas en varias lenguas eran del gusto de los públicos más diversos. Begoña cantaba hasta en doce idiomas, incluido el vascuence, sin tener la menor idea, con una perfección asombro de filólogos, pero durante las entrevistas fingía afonías repentinas y absolutas para no delatar su impostura. Goretti, por su parte, aprendió sánscrito por el Método Assimil, pero los hermanos Betigoiti nunca le permitieron poner letra a ninguna de sus canciones.
Aunque lo negaran hasta la histeria, HdeP eran considerados artistas oficiales del régimen (Begoña seguiría siéndolo, en sentido figurado, durante toda su vida). Cantaron en la puesta de largo de Pocholo Martínez Bordiú. Participaron en la montería en la que el marqués de Villaverde le soltó una perdigonada accidental a Juan Domingo Perón... Incluso buscaron con Manuel Fraga la bomba de Palomares, causando tremendo impacto mediático. Eran también frecuentes sus actuaciones a puerta privada para la Hermandad Hispano Prusiana de Torremolinos y no faltaban a ninguna fiesta de cumpleaños de Imelda Marcos.
La primera crisis insalvable de HdeP se produjo cuando contrataron los servicios de Teófilo Escuona, cocinero y músico de refuerzo. Las hermanas Zurriola se sintieron inmediatamente cautivadas por él
Begoña siempre tuvo problemas de peso. No podía soportar que su hermana aprovechara las giras para degustar la gastronomía local sin engordar un gramo mientras ella permanecía en la habitación del hotel comiendo corn flakes de celulosa.
En 1.972 Goretti fue expulsada Heno de Pravia por flaca. Teófilo se fue tras ella y ese mismo año, formando un dúo, ganaron el festival de la canción folk de Calcuta con “Pachuli” y desalojaron a ABBA del número uno de las listas del Rajastán. El inesperado éxito internacional de Goretti fue el detonante de la bulimia de Begoña, y de su obsesión por superar a su hermana. Heno de Pravia participó en el festival de Eurovisión de 1.973 con “Tú no puedes abarcarme” que ganó el primer premio y fue un hit en toda Europa, y conoció muchas versiones, siendo las más celebradas las de Mama Cass, Demis Roussos y Luciano Pavarotti (a dúo con Charles Aznavour)
El éxito les catapultó a la fama, pero los HdeP no supieron aprovecharlo y cometieron deslices como anular giras para regresar a Guipuzcoa a tiempo de la matanza del cerdo o aceptar 25.000 pares de zapatos que Imelda Marcos les ofreció cuando tuvo que huir al exilio.
Los HdP poco a poco fueron dejando el grupo para dedicarse a otras ocupaciones ajenas al mundo de la música. Salvo Begoña, que inició una breve pero intensa carrera en solitario. “Panceta de antaño”. “You killed the lamb I’ve eated”. “Mi Concha querida” (escándalo en varios países sudamericanos). “Brochette d’amour” (con una letra de Serge Gainsbourg que agravó la anorexia de Jane Birkin) o “Uxo oso goxo da”, el single en euskera más vendido de la historia de Gran Bretaña, fueron temas destacados.
Finalmente Begoña se dedicó a la especulacion inmobiliaria en la costa vasca, aunque siguió apareciendo intermitentemente en los programas de debate político de la ETB, defendiendo posturas progresistas. Begoña se casó en 1.985 con Knut Christensen, vicelehendakari. Begoña era madre del terrorista Sabin Kristensen (a) “Vikingo”, que cumple una condena de 5.000 años en la cárcel del Dueso.
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