lunes, 3 de septiembre de 2007

Títeres

En respuesta a las reacciones de la anotación zodiacal.
Yo creo que el libre albedrío es un invento de la curia vaticana, y que la casualidad no existe. La casualidad está determinada por la voluntad de personas que ignoran su capacidad para desencadenar acontecimientos.
Una chica rellenita fracasa en todas sus dietas no porque no ponga empeño, sino porque un doctor brujo del Alto Orinoco ha soñado con ella en el transcurso de un chute de hierbas alucinógenas y le ha parecido que está bien como está. O tú pierdes las llaves de casa y las encuentras no porque las busques donde las tiraste descuidadamente, sino porque un limpiabotas de Manila o un agente inmobiliario de Vladivostok ha decido que todo aquel que ese día pierda algo lo encuentre.
Hay que dar con la persona que sostiene (sin saberlo) los hilos de nuestra vida.

Hay que acabar con

Las carreras universitarias memorísticas.
Estudiar machaconamente por obligación acaba con la curiosidad del espíritu más inquieto (y espíritus inquietos, desengañémonos, hay pocos). Al final, lo mejor es la formación humanística no reglada: cursillos, charlas, lecturas, viajecillos… El día que las empresas se den cuenta de que es mucho más provechoso un ejecutivo tutti-frutti sin titulación superior que un tiburón postgraduado en Harvard con doce masters se les habrá acabado el chollo a las universidades, y los catedráticos tendrán que ponerse a trabajar de verdad. Ciertos estudios universitarios –y las oposiciones para notario o jurista, etc.- anulan algo en ti, del mismo modo que anulaba algo en ti el servicio militar obligatorio. Te hacen una persona menos libre.

Los psicólogos.
Se ha puesto de moda renegar del perfeccionismo. Es la última imbecilidad de los psicólogos. ¿Y la satisfacción de que las cosas sean como deben ser y no de cualquier manera? Ojalá les opere un cirujano no-perfeccionista o les transporte en avión un piloto no-perfeccionista. Me gustaría ver entonces si sirven de algo sus terapias anti-estrés y sus teorías acerca de la relatividad de las preocupaciones.

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