miércoles, 12 de diciembre de 2007

DIEZ CLAVES PARA MEJORAR LA AUTOESTIMA

o por qué la psicología es una paraciencia a medio camino entre la frenología y la quiromancia.

NO IDEALIZAR A LOS DEMÁS
“Quien aprende a no compararse con la gente que le rodea deja de minusvalorarse y no siente envidia” Tu madre tomó Talidomida durante el embarazo, por eso naciste sin piernas. No te compares con la gente que tiene dos –¡qué sabrás tú!-

EVALUAR CUALIDADES Y DEFECTOS
“Hacer inventario de los valores positivos de uno mismo, y tenerlos muy presentes en todo momento. Todo el mundo los tiene”. Radovan Karadjic, por ejemplo, qué gran patriotismo el suyo. Gilles de Rais: luchó contra el invasor inglés. Josef Dzugashvili Stalin: tenía mucho sentido del humor. Adolf Hitler: pintaba unas acuarelas muy graciosas.

CAMBIAR LO QUE NO GUSTE
“En cualquier caso, si algo propio no gusta porque no responde a nuestros objetivos en la vida, se puede cambiar. Ahora bien, después de veinte años intentándolo será preciso olvidarse del asunto sin hacer un drama”. Si te han echado del trabajo, te acaban de diagnosticar un cáncer de testículos, tu hijo quiere ser sacerdote de los de sotana y espantaputas, y tu mujer se ha liado con un mandinga, sufres por tu valoración de las circunstancias –que otros no sufrirían en absoluto-

CONTROLAR LOS PENSAMIENTOS
“Se trata de aprender a pensar de otra manera; es decir, controlando esa voz interior que nos pone a caer de un burro”. Eres un estúpido de mierda” le decía su voz interior a aquel señor que no había sellado el resguardo del sorteo de los euromillones y luego vio que podría haber sido el único acertante. Y el señor murmuraba entonces “donde no me lleve el dinero, me llevará el amor de los míos”, y sus hijos se cambiaron el apellido.

NO BUSCAR LA APROBACIÓN DE LOS DEMÁS
“Lo que hay que hacer es actuar correctamente, de acuerdo plenamente con nuestra propia escala de valores”. Como no vivimos en sociedad, la aprobación o el rechazo de los demás nos la suda en si bemol.

TOMAR LAS RIENDAS DE LA PROPIA VIDA
“No hay que dejar que los acontecimientos nos arrastren ni conformarse con las circunstancias que se encuentran; hay que salir en busca de circunstancias más favorables”. Consejo totalmente recomendable para los indecisos, los dependientes, los débiles y los masoquistas.

APRENDER DE LOS ERRORES
“Aprender de los fallos cometidos para actuar mejor en la próxima ocasión. Pero una cosa son los fallos -inevitables- que se pueden cometer y otra es que por un error pongamos en cuestión nuestra valía como personas”. El artillero estadounidense que dejó caer una bomba atómica sobre la costa de Almería seguro que habría dado algo por escuchar este consejo.

PRACTICAR NUEVOS COMPORTAMIENTOS
“Confiar en la propia capacidad para mejorar. La clave está en practicar mucho los nuevos comportamientos -una vez que nos hemos autoevaluado con mayor comprensión- hasta que acaban saliendo de forma espontánea”. No tema convertirse en el hazmerreir de su entorno social, a fin de cuentas usted está excluido de ese entorno.

NO EXIGIRSE DEMASIADO
“Eliminar el afán de perfeccionismo”. De este consejo, por el bien general, quedan excluidos los profesionales de la medicina y de la aeronáutica, los fabricantes de pastillas de freno y los fabricantes de condones.

ACEPTAR EL PROPIO CUERPO
“Aprender a amar el propio cuerpo, porque nos tiene que acompañar toda la vida. Si algo no nos gusta de él -exceso de peso, una nariz prominente, piernas cortas o manos muy grandes-, se puede modificar para que no nos haga sentir mal. Y si no es posible corregirlo, es preciso aprender a vivir sin pensar en ello y no permitir que los demás nos dicten qué es lo atractivo”. Siempre queda la opción de viajar al país de los negros con platos en los labios para darles envidia tocando la armónica. O la de trabajar de recepcionista en una clínica de adelgazamiento para gordos monstruosos americanos. O la de envolverse en un burqa.

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