martes, 11 de diciembre de 2007

Principote

Me impresionó mucho la historia de una antigua reina del porno que falleció el año pasado en su domicilio de Barcelona. Una mujer de 55 años, alcoholizada, anoréxica, que vivía con su madre de 92 y con un hijo de 35 en un piso antiguo lleno de basura. Una persona en las últimas, pero apañada: intentaba guardar las apariencias, pagaba puntualmente sus deudas, y se lamentaba por las ocasiones perdidas. Se dejó morir de hambre.

Su hijo era producto de mezclar el amor con el trabajo. El padre había sido por lo visto otro monarca del porno. Hace treinta y cinco años y en España… ¿porno? Eso necesita una investigación periodística seria.

Si sus padres eran reyes del sexo ¿él será un príncipe del sexo? Ser hijo de una porno estrella ¿es igual que ser un hijo, literal, de puta? Menuda cruz.

El caso es que al pobre diablo le pusieron una querella por omisión de socorro. Qué impersonales son a veces las leyes. La infancia que habrá vivido… Como para socorrer a ese zorrón, por mucho que fuera su madre. Bastante tenía socorriendo a su abuela.

No es una persona sin provecho: trabaja de auxiliar administrativo en unas dependencias municipales. Por lo visto, aprobó la oposición con muchísima holgura: resulta ser inteligentísimo. Tiene estudios universitarios y, agárrate, estuvo metido en política. Pero claro, con aquellos polvos y con estos lodos, nunca levantará cabeza. En Italia, todavía. Pero en SpainTwo Points de qué.

Un caso claro de predestinación.

Hay que apoyar a:

Un Kosovo serbio. Si aumentara la inmigración marroquí en Andalucía hasta que los moros fueran la población mayoritaria y decidieran reclamar la independencia unilateralmente, en Madrid se armaría la de dios ¿no?. Bueno, pues si los albaneses de Kosovo deciden independizarse unilateralmente, es lógico que en Belgrado se arme la de dios también.

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