miércoles, 26 de diciembre de 2007

El informe PISA

Qué país tan extraño es España. Según el informe PISA, su nivel educativo le sitúa entre Sierra Leona y Moldavia. Y la ministra del ramo, en lugar de hacerse el harakiri, pone cara de velocidad y se lanza a la más desesperada huida hacia adelante. Los matemáticos protestan porque el sistema educativo no proporciona las herramientas mínimas para ciertas carreras (mucho ha tenido que cambiar el asunto, porque a mí me amargaron la infancia) y los gramáticos protestan porque tampoco crea lectores (aunque me pregunto yo si “interesa” que los cree) Si no se enseñan matemáticas ni lengua, ni ajedrez ni educación física (también he recogido protestas en este sentido) ¿qué estudian nuestros escolares? Le he preguntado a mi vecino, alumno de primero de bachillerato, y me ha proporcionado la siguiente lista de asignaturas

Flamencología.
Papiroflexia.
El redondeo del euro.
El reciclado doméstico.
El método pilates.
Semiótica.
La dieta del pomelo.
Belenismo.
Historia de la negritud.
Politeismo.
Ikebana.
La maniobra de Heimlich.

Hay que acabar con:

El Olentzero. Es horrible. De alivio de luto. Comprendo que sirva de contrapeso a ese otro espanto (Santa Claus), del peor gusto posible pero es como pasar de babor a estribor en un barco zarandeado por una galerna. Para quien no lo conozca: el Olentzero es un esquizoide que elabora carbón vegetal en los bosques de Lesaka, que no se lava ni se cambia de ropa, y que sólo baja al pueblo por Navidad para vender la producción, comprar unas garrafas de patxaran y acostarse con una puta (tras mucho regateo). Los abertzales, como no tenían nada mejor para oponerse a los Reyes Magos, han intentado rehabilitarlo, y le han encargado la delicada misión de repartir regalos entre los niños que, claro, quedan traumatizados de por vida.

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