viernes, 4 de enero de 2008

Balu-arte

El auditorio de Pamplona, bautizado atrevidamente “Balu-arte” (cuánto mejor “Plátano Balú”). Está junto a la ciudadela, y por fuera parece el mausoleo de un dictador africano, así que no tiene pérdida. Por dentro es como una zapatería escandinava, pero sin zapatos. De un rompedor modernismo que estará pasado de moda en el plazo de diez años. El pavimento que lo rodeaba pasó de moda en diez minutos, y hace ya tiempo que lo sustituyeron por otro que no hubiera quedado tan impactante en la maqueta del proyecto pero que se puede pisar.

Navarra es un desierto cultural, según ciertos peluqueros de esos que endosan a sus clientas mechas verdes y cortes asimétricos que hacen más por la difusión de la homosexualidad que todas las campañas de la conspiración socialista-judeo-masónica contra la que nos alertan los santos varones de la Conferencia Episcopal. Y va a seguir siéndolo por mucho tiempo a pesar del Baluarte. O precisamente por su culpa. Yo, ingenuo de mí, pensé que la programación tiraría hacia el estupendismo (de donde siempre se puede extraer algo interesante). Pero se ha quedado en lo de siempre: caspa y boina (o kaspa y txapela, monta tanto). La inauguración fue premonitoria: romanzas de “El Huésped del Sevillano” con la orquesta Santa Cecilia bajo la dirección de Desconocido Expósito; una exposición sobre la papiroflexia en Mesopotamia patrocinada por “Papelera del Arga”, un acto lúdico protagonizado por el Aula de Integración de Deficientes Sensoriales de la Escuela Navarra de Mimo, y un cóctel amenizado por gentuza del corazón de Gorraiz y alrededores con importantes intereses empresariales en el tinglado…

Bueno, pues desde entonces todo ha sido del mismo tenor: Bisbal unplugged con las bandurrias de las Ursulinas. El afamado dúo de inmovilistas argentinos Filemonitz y Mortadelli. Zarzuela: “La del Soto del Parral” a cargo de la Filarmónica de Andorra. Conferencia: “José María Escrivá de Balaguer, la cuadratura crematística del círculo pío”. Concurso: XXX de Cazuelicas de Pimienticos. Exposición: paisajes de la asociación de jubilados “Amigos de los Tanatorios”. Y todo así.

Hay que acabar con:

Los errores de edición en la prensa diaria. Leo una noticia, y miro la foto y me froto los ojos. Un fongón mejicano que ha llegado a rozar en la báscula la media tonelada de peso ha bajado doscientos kilos tras un año de dieta rigurosamente controlada. Para celebrarlo, le han sacado de casa por vez primera en una eternidad (mediante una grúa-pluma imagino), y brinda con una copa de espumoso azteca (o totonaca, quién sabe) en la mano, acompañado de sus vecinos, de los esforzados empleados de alguna empresa de grandes mudanzas, y... de su novia. De su novia. De su novia. ¿Cómo puede tener novia un individuo sólo vagamente humanoide, que se viste con un poncho del tamaño de una yurta mongola? Evidentemente, se trata de un error.

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