
Qué burrada de blog.
(un año es suficiente)
L'Osservatore Navarro
El Tibet está en llamas. La peor pesadilla de los chinos a pocos meses del comienzo de los juegos olímpicos. Como no me quedaba claro cuáles son los derechos históricos que asisten a los tibetanos en su revuelta (aunque después de la independencia de Kosovo hasta Eurodisney podría legítimamente aspirar a la independencia) me he precipitado a mi biblioteca y he intentado aclarar la situación de una vez por todas.
Si me preguntaran ¿cuál es tu libro favorito? me pondrían en un aprieto, porque yo no sé mentir. Y el libro que más me gusta de cuantos he leído no es ni el “Ulyses” de James Joyce (del que no he podido pasar de las solapas) ni tan siquiera el “Quijote” de Cervantes (que me gusta mucho, y que encontré en casa y leí de motu proprio con doce años atraído por las ilustraciones de Gustave Doré). Mi libro (de ficción) favorito es “El circo del doctor Lao”, de James G. Finney. Lo siento, pero los testigos de Jehová, Chus Lampreave y yo somos así.
Leo con estupor la noticia del edil balear que se ha gastado cincuenta y tantos mil euros en relax. Lo de menos es que el tipo –joven, engominado, ultracatólico, casado y con cinco hijos- haya recurrido a los servicios de los chaperos cuando llevaba toda su carrera política lamentando la decadencia de occidente. Allá cada cual con sus miserias. Lo grave es que este tipo cargara el gasto al presupuesto municipal. ¿De verdad se pensaba que no le iban a descubrir, que en alguna oficina de mierda no habría un humilde contable que pusiera el grito en el cielo? ¿Es que sus pares o sus superiores le habían asegurado impunidad absoluta en el caso de que se le fuera la mano con los gastos porque ellos no podrían tirar la primera piedra? Me da la impresión de que en el ayuntamiento de Palma no hay intervención, si no no se entiende la desfachatez de este individuo. A mí me parece que el asunto es lo suficientemente grave como para exigir una investigación minuciosa de todos y cada uno de los jefes, jefazos y jefecillos de la cosa oficial en Baleares.
Ayer estuve viendo “Las hermanas Bolena” de Justin Chadwick. Una especie de culebrón desmayado de bonita fotografía (echada a perder por unos movimientos de cámara criminales), envuelto en ropajes suntuosos y amenizado por una música de anuncio de colonia barata.
Con el fin de mejorar mi inglés de aeropuerto me lancé a leer en v.o. todo lo que había por casa y rescaté del cajón de los papelotes un cuento de Frank Stockton titulado “The lady or the tiger?” que es una joya del género y la obra maestra de su autor.
Me gustaría tener una conversación con el responsable del plan urbanístico de Sarriguren, ecociudad “radicalmente posmoderna” de las cercanías de Pamplona por cuyas calles transito a diario, para transmitirle mis opiniones. Estoy seguro de que es algún arquitecto blandito con gafas a lo Isabel Coixet cuyos máximos sueños consisten en vivir dentro del set de “Mujeres Desesperadas” y en tener una chacha mexicana o guatemalteca que le prepare panqueques (lo que quiera que sean). Un tipo de esos que desayunan cereales y encasquetan a sus hijos una gorra con la visera ladeada cuando van al centro comercial. Un anticristo american way of life.
Se ha liado una buena con la unificación de criterios para el tallaje de la ropa según parámetros racionales (como si la racionalidad y la moda tuvieran algo en común). Los diseñadores han dicho que por ellos las gordas se pueden vestir con un mantel y que la que no quepa que se joda, porque el mundo está lleno de transexuales que harán lo que sea para caber, de modo que clientela no va a faltarles. Las autoridades han propuesto sustituir el sistema tradicional conscientes de que los números resultan incómodos para las nuevas generaciones de consumidoras analfabetas producto de la Logse. Pero dudo que éstas sepan qué coño es un diávolo. De todas formas las autoridades se equivocan: la española cuando besa no tiene forma de cilindro, ni de reloj de arena, ni de ladrillo: tiene forma de pera. De pera limonera.
Hay que hacer algo para recuperar el interés que despertaba el festival de Eurovisión. Como supongo que es imposible que los países participantes manden a sus mejores cantantes, propongo una reconversión: reemplazar la música por el porno, lo que aseguraría a las depauperadas televisiones públicas una audiencia fabulosa, aunque siempre habría alguien que prefiriese el partido de fútbol (Manchuria-Yucatán) o la película (Titanic II: el ahogamiento) de la competencia.
A veces hay que ponerse muy serio para defender el sentido del humor. Quiero expresar mi absoluta solidaridad con Kart Westergaard, santo varón, dibujante del Jyllands-Posten danés, amenazado de muerte por haber caricaturizado a Mahoma, personaje histórico antipático como pocos, profeta de una religión delirante que adora a un meteorito. Ayer las autoridades danesas detuvieron a cuatro musulmanes que planeaban asesinarle. Ojalá los metan en una cárcel mugrienta de estilo marroquí e incluyan la carne de cerdo hasta en los postres. Hijoputas.
Ya sé que ser monárquico no está de moda. Ni siquiera está bien considerado, sobretodo por los que confunden el boato a la antigua y los linajes aristocráticos con la idea de la monarquía europea: los lectores de revistas del corazón que se saben de memoria la vida del último rey de Kabardino-Balkaria y se columpian con la habilidad de un mono por el árbol genealógico de las siete ramas espurias de los archiduques de Pomerelia. Pero yo no leo ese tipo de revistas, nunca he visto un programa de cotilleos en la tele y no mezclo las churras con las merinas (el republicanismo con el progresismo, por ejemplo).
El sábado vi en casa una peli de François Ozon, director francés que no me gusta demasiado pero que me atrae visualmente. Sus películas son fastuosas, con una fotografía magnífica y unos encuadres soberbios: algo aberrante en la cinematografía francesa. Lástima que lo que cuente, o no me interese o me decepcione. La que comento me decepcionó, porque a priori parecía de lo más interesante: un joven disoluto al que se le diagnostica un cáncer en fase terminal, se enfrenta a la idea de la muerte, y cae en la cuenta de que su vida ha sido totalmente vacía, y corre a los brazos de su abuela (un vejestorio muy cascado) para intercambiar pareceres, ya que a ella le queda también poco (aunque no tan poco).
La hace tiempo olvidada Martha Mendy (Marta Emilia Nicolasa Aguirregomezcorta Hartazgo de Mendiluce, Pamplona 1.942) falleció ayer en la clínica Universitaria de Navarra cuando le fue presentada la factura del tratamiento de juanetes que le había recomendado su confesor del Opus Dei.
La legendaria Maribel de Jabugo (en realidad: Adolfa Rucio Membrillo, Villachotos del Páramo, 1.932) ha fallecido esta noche en su chalet de Somosaguas, donde se recuperaba de una crisis cardíaca agravada por su adicción al cocido madrileño. Hija de un catedrático de Derecho Canónico represaliado por la Segunda República y exiliado en la URSS y de una de las primeras licenciadas en Periodismo de nuestro país, Maribel ya desde pequeña despuntó por salerosa en las frías orillas del Neva, donde su emprendedora madre regentaba una estafeta de denuncias anónimas que causó furor entre las élites del socialismo soviético.
Nunca dejará de sorprenderme la facilidad con que algunas personas se adaptan a una sociedad desconocida, aunque también me sorprende que otras se aferren como lapas a su idiosincrasia original y la exageren hasta la caricatura, que no sólo no pierdan el acento al cabo de veinte años sino que encima te lo contagien.
He estado en el cine, viendo “Persépolis” de Marjane Satrapí. Realmente no me apetecía mucho, pero no tenía un plan mejor. La película me parece ligeramente decepcionante; su animación es buena y el estilo gráfico potente. Pero lo que cuenta no está a la altura: autobombo, feminismo, relativismo cultural y equidistancia política. Bah. Me da la impresión de que la señorita Satrapí debe de ser una mujer absolutamente insoportable en su vida privada.
Algún día a no tardar mucho surgirá un dirigente de ultraderecha. Un dirigente peligrosísimo. Cuando mueran los últimos diplodocus del franquismo y Democracia Nacional (por ejemplo) promueva a un tipo agnóstico confeso, que tenga elocuencia, telegenia y personalidad. Un tipo del estilo de Pym Fortuyn. Arrasará. No le votarán los actuales votantes del Partido Popular (este "popular" siempre me ha hecho gracia: la misma que el "obrero" del PSOE) que votarían a Fuerza Nueva si fuera posible, pero sí sus hijos, y muchos teóricos simpatizantes de los comunistas y de los socialistas, que se sienten traicionados y abandonados a la globalización y al desarrollismo salvaje. Y estaremos perdidos porque ese dirigente una vez que solucione los problemas originados por la inmigración descontrolada, el catastrófico nivel de educación, la delincuencia rampante y similares, se revolverá contra las conquistas sociales que tanto nos han costado y terminaremos sometidos a una dictadura con falso aspecto de democracia de la que serán culpables en última instancia los partidos actualmente en el poder y en la oposición, que no tienen ni programa ni decencia y que utilizan la política como un medio de hacer fortuna personal con la conciencia tranquila. Pero la conciencia era verde y se la comió un burro.
El gobierno vasco sopesa presentar una queja formal ante el Consejo de Europa por la inclusión de Vascongadas en el plan educativo de Moscovia.
bajar el tono de voz. “¡Señora Bush, es la amante del presidente de la república francesa!” intervino el alcalde de Nápoles, sentado a su diestra. “¡Atiza! ¿No están casados? Eso nunca sucedería en mi país. Lo encuentro inmoral”. La señorita Bruni, que llevaba toda la velada tapándose la nariz con un pañuelito empapado en perfume para mitigar el hedor de las basuras acumuladas en las calles del sur de Italia, improvisó un chiste fácil sobre las mofetas y las primeras damas americanas, y cuando la señora Bush hacía un gesto a sus guardaespaldas para que le aplicaran el Toque de la Muerte, la señorita Bruni se levantó de la mesa, corrió a un rincón del magnífico salón y telefoneó a Nicolas Sarkozy para exponerle lo sucedido. El embajador estadounidense en Francia fue llamado a consultas y humillado durante una cena de gala de setenta tenedores (de los que sólo supo manejar dos). Las posteriores reacciones francófobas de la ultraderecha neocon estadounidense impulsaron al gobierno francés a reclamar la devolución de la Estatua de la Libertad. Ante las amenazas del presidente de los EE.UU. de bombardear el Louvre, Condoleeza Rice ha tenido que intervenir precipitadamente para recordarle que el nivel de desarrollo militar de Francia no es equiparable al de “otros países del Tercer Mundo”. “¿Qué significa equiparable?” preguntó el presidente Bush, provocando las carcajadas de su auditorio de petroleros texanos. Los analistas del Pentágono consideran que una campaña de incursiones aéreas de alta precisión conseguiría llevar la democracia a Francia en el plazo de dos semanas, tres a lo sumo.
He leído el estupendo libro de relatos de Adam Haslett. Está razonablemente bien escrito y brilla desde la opacidad.
Sería estupendo que los famosos vilipendiados contra su voluntad en los programas del corazón tuvieran la oportunidad de vengarse de los periodistas que los vilipendian. Con sus mismas armas. Este podría ser el avance del especial informativo, previo al primer corte publicitario:
salir de su casa tras apedrear la trasera y su puerta principal. "Porque nos da la gana, te callas. Yo hago lo que quiero", le contestaron algunos de los jóvenes a la víctima tras pedirles, ya fuera de la casa, que pararan y reclamar explicaciones.
La retransmisiones de gimnasia rítmica por televisión son una trampa mortal. Lees en la programación buscando desesperado algo interesante: “Fútbol: amistoso Bolivia-Mongolia” o “Campeonatos del Mundo de Gimnasia Rítmica desde Brest-Litovsk” y reprimiendo una arcada te preguntas quién demonios querrá ver esas mierdas. Luego te enteras de que el Bolivia-Mongolia ha obtenido una cuota de pantalla del 73,5% y al pasar frente a la tele encendida te detienes un instante para leer el teletexto y ver si por fin ha muerto Aquilino Polaino y te zampas tres horas y media de retransmisión de gimnasia rítmica sin parpadear.
Rupturista, Madonna rupturista una vez más, y dictando tendencia.
Resumen de prensa
Estuve unos meses estuve en San Sebastián tomando el sol con D. Nada más volver a casa, puse mis impresiones por escrito antes de que se me pasara la mala uva, y luego las olvidé dentro de una carpeta. Hasta hoy.